domingo, 1 de abril de 2012

Dylan Thomas y Elizabeth Azcona Cranwell: Prólogo del autor



AUTHOR'S PROLOGUE



This day winding down now
At God speeded summer's end
In the torrent salmon sun,
In my seashaken house
On a breakneck of rocks
Tangled with chirrup and fruit,
Froth, flute, fin, and quill
At a wood's dancing hoof,
By scummed, starfish sands
With their fishwife cross
Gulls, pipers, cockles, and snails,
Out there, crow black, men
Tackled with clouds, who kneel
To the sunset nets,
Geese nearly in heaven, boys
Stabbing, and herons, and shells
That speak seven seas,
Eternal waters away
From the cities of nine
Days' night whose towers will catch
In the religious wind
Like stalks of tall, dry straw,
At poor peace I sing
To you strangers (though song
Is a burning and crested act,
The fire of birds in
The world's turning wood,
For my swan, splay sounds),
Out of these seathumbed leaves
That will fly and fall
Like leaves of trees and as soon
Crumble and undie
Into the dogdayed night.
Seaward the salmon, sucked sun slips,
And the dumb swans drub blue
My dabbed bay's dusk, as I hack
This rumpus of shapes
For you to know
How I, a spining man,
Glory also this star, bird
Roared, sea born, man torn, blood blest.
Hark: I trumpet the place,
From fish to jumping hill! Look:
I build my bellowing ark
To the best of my love
As the flood begins,
Out of the fountainhead
Of fear, rage read, manalive,
Molten and mountainous to stream
Over the wound asleep
Sheep white hollow farms
To Wales in my arms.
Hoo, there, in castle keep,
You king singsong owls, who moonbeam
The flickering runs and dive
The dingle furred deer dead!
Huloo, on plumbed bryns,
O my ruffled ring dove
in the hooting, nearly dark
With Welsh and reverent rook,
Coo rooning the woods' praise,
who moons her blue notes from her nest
Down to the curlew herd!
Ho, hullaballoing clan
Agape, with woe
In your beaks, on the gabbing capes!
Heigh, on horseback hill, jack
Whisking hare! who
Hears, there, this fox light, my flood ship's
Clangour as I hew and smite
(A clash of anvils for my
Hubbub and fiddle, this tune
On atounged puffball)
But animals thick as theives
On God's rough tumbling grounds
(Hail to His beasthood!).
Beasts who sleep good and thin,
Hist, in hogback woods! The haystacked
Hollow farms ina throng
Of waters cluck and cling,
And barnroofs cockcrow war!
O kingdom of neighbors finned
Felled and quilled, flash to my patch
Work ark and the moonshine
Drinking Noah of the bay,
With pelt, and scale, and fleece:
Only the drowned deep bells
Of sheep and churches noise
Poor peace as the sun sets
And dark shoals every holy field.
We will ride out alone then,
Under the stars of Wales,
Cry, Multiudes of arks! Across
The water lidded lands,
Manned with their loves they'll move
Like wooden islands, hill to hill.
Huloo, my prowed dove with a flute!
Ahoy, old, sea-legged fox,
Tom tit and Dai mouse!
My ark sings in the sun
At God speeded summer's end
And the flood flowers now.



PRÓLOGO DEL AUTOR


 Este día que hoy devana ante Dios
 el fin del verano apresurado
 en el torrente del sol color salmón,
 en mi casa que los mares sacuden
 sobre un despeñadero
 enredada entre fruta y gorjeos,
 espuma, flauta, aleta y pluma,
 ante la pezuña danzarina de un bosque
 junto a las arenas espumosas con estrellas marinas
 cruzadas por vendedoras de pescado
 por flautistas y velas, coquillas y gaviotas,
 y afuera el cuervo negro,
 hombres con avíos de nubes
 que se hincan ante los nidos del crepúsculo,
 muchachos que tajean a los gansos
 cercanos en el cielo,
 y garzas, caracolas
 que hablan los siete mares,
 aguas eternas, lejos de las ciudades
 con noches de nueve días
 cuyas torres se enredaran
 en el viento piadoso
 como estacas de paja alta y seca,
 ante la pobre paz yo canto
 para vosotros, extranjeros,
 (aunque la canción sea un acto
 encrespado y ardiente,
 con el fuego de los pájaros
 en el bosque giratorio del mundo
 por mis sonidos salpicados y dispersos
 fuera de estas hojas con pulgares de mar
 que han de echarse a volar para caer
 como las hojas de los árboles, tan pronto
 como se desmoronen sin morirse,
 al entrar en la noche sofocante.
 Guardián del mar, el salmón sorbe los deslices del sol
 y los cisnes mudos amoratan
 mi penumbra que roció la bahía mientras yo acuchillo
 a este alboroto de las formas,
 para que sepas tú como yo, un hombre giratorio
 reverenció también a la estrella y al pájaro estruendoso,
 al mar nacido y al hombre desgarrado y a la sangre bendita.
 Oye: en este sitio soplo la trompeta
 desde el pez hasta el cerro saltarín.
 Mira: construyo mi barca que desciende
 hasta lo más alto de mi amor
 cuando el diluvio empieza
 fuera del manantial
 del miedo, de la candente ira del hombre que está vivo,
 fluido y montañoso brota
 sobre las granjas vacías blanco-oveja
 que duermen heridas por el sueño
 hacia Gales en mis brazos.
 ¡Oh, guárdate en un castillo
 tu, rey de las tonadas de los búhos,
 que iluminas de luna las carreras aladas
 y zambulles al ciervo muerto
 envuelto en pieles de cañada!
 ¡Hola, en armaduras plúmbeas
 oh mi anillada paloma torcaz
 en la ululante oscuridad cercana
 con la corneja reverente de Gales,
 arrulla la alabanza de los bosques
 la que aluna sus notas azules desde el nido
 hasta la grey de pájaros acuáticos!
 ¡Alto, cofradía festiva,
 ágape, con el pesar en vuestros picos
 sobre los cabos parloteantes!
 ¡Ay a caballo del cerro
 la veloz liebre macho!
 que oye en esta luz de zorro
 el estruendo del diluvio en mi barca
 mientras rompo y destruyo
 (un choque de yunques
 para mi alboroto y mi violín
 esta tonada sobre un hongo esponjoso)
 todo menos los animales gruesos como ladrones
 sobre las rudas y confusas tierras del Señor
 (¡Salud a la raza de sus bestias!)
 ¡las bestias que duermen flacas y bondadosas,
 chito, en los bosques que abultan como cerdos!
 ¡Cloquean las huecas granjas de las parvas
 y se aferran al tropel de las aguas!
 Oh, el reino de vecinos aleteante
 caído y desplumado, destella en mi barca remendada
 y la luz de la luna se bebió a Noé en la bahía
 con pellejo y escamas y vellones;
 solo las ahogadas campanas profundas
 de ovejas y de iglesias
 resuenan por la pobre paz cuando el sol cae
 y las tinieblas cubren todos los campos benditos.
 ¡Cabalgaremos solitarios y entonces
 bajo las estrellas de Gales
 han de llorar multitudes de barcas!
 A través de las tierras con párpados acuáticos,
 guarecidas con sus amores
 ellas irán de una colina a otra
 como boscosas islas.
 ¡Hola, mi paloma de proa con su flauta!
 ¡Salve, viejo zorro con tus patas de mar,
 picaflor y jilguero!
 Mi barca canta al sol
 al final del verano por Dios apresurado
 y el diluvio comienza a florecer.