jueves, 25 de mayo de 2017

Ovidio y Pedro Sánchez de Viana: Tiresias

TIRESIAS
Metamorfosis, Libro III, 316-338


Mientra éstas y otras cosas se hicieron,
Y al niño Baco, des veces nacido,
Principios más seguros sucedieron,
Acaso Jove, habiendo bien bebido,
Se burlaba con Juno estando ociosa,
De los cuidados graves desasido.
Y dicen que entre una y otra cosa,
«Las hembras (dijo) recibir más gusto
En la lucha de Venus amorosa.»
A Juno la parece que es injusto
No lo negar, y entrambos de concierto
Lo preguntan a un hombre sabio y justo.
Tiresias [1] era, el cual estaba experto
Cuál tiene más razón, que la experiencia
De una y otra Venus le hace cierto.
Porque en una floresta, en su presencia
Estaban dos serpientes engendrando,
Y no pudo llevarlo con paciencia,
Con un bastón al uno y otro dando
Los apartó, y al punto (¡extraña cosa!)
Irse vio de hombre en hembra trasformando.
Vivió siete años vida tan penosa,
Y al cabo de los ocho caminaba
Por la floresta misma deleitosa.
Y ya que aquel lugar mismo llegaba,
Tornó a encontrar las sierpes como de ante;
Hiriolas con el palo que llevaba,
Y hablolas de esta suerte en el instante:
«Si a quien os hiere dais contrario sexo,
Quiéroos herir, por ver si aqueste dexo.»

Apenas los dragones ha herido,
Cuando le sobrevino la primera
Figura, el gesto de hombre despedido.
Así que fue juez de esta manera,
Y pronunció sentencia, confirmando
La de Jove por cierta y verdadera.
Sintiolo Juno, no como burlando,
Que grandemente de ello se contrista,
Según están las gentes publicando.
Privó al juez de la corpórea vista,
Mas Jove (porque no le es permitido
A un dios, que al hecho de otro dios resista),
Recompensando el daño recibido,
Al mismo concedió que adivinase,
En trueque de la vista que ha perdido.




Dumque ea per terras fatali lege geruntur
tutaque bis geniti sunt incunabula Bacchi,
forte Iouem memorant diffusum nectare curas
seposuisse graues uacuaque agitasse remissos
cum Iunone iocos et : « maior uestra profecto est,
quam quae contingit maribus » dixisse « uoluptas ».
Illa negat. Placuit quae sit sententia docti
quaerere Tiresiae : Venus huic erat utraque nota.
Nam duo magnorum uiridi coeuntia silua
corpora serpentum baculi uiolauerat ictu 
deque uiro factus (mirabile) femina septem
egerat autumnos ; octauo rursus eosdem
uidit, et : « Est uestrae si tanta potentia plagae »
dixit, « ut auctoris sortem in contraria mutet,
nunc quoque uos feriam. » Percussis anguibus isdem
forma prior rediit, genetiuaque uenit imago.
Arbiter hic igitur sumptus de lite iocosa
dicta Iouis firmat : grauius Saturnia iusto
nec pro materia fertur doluisse suique
iudicis aeterna damnauit lumina nocte ;
at pater omnipotens (neque enim licet inrita cuiquam
facta dei fecisse deo) pro lumine adempto
scire futura dedit poenamque leuauit honore.



NOTA 1 [en la edición de 1887]: Fue Tiresias, el adivino más célebre de los tiempos heroicos, el único que conservó el espíritu profético después de su muerte, y el hombre que vivió más tiempo, sin exceptuar a Néstor. Muchos mitólogos refieren que fue metamorfoseado por haber muerto una serpiente en el monte Cylleno o en el Citherón. Quedó ciego por haber visto a Minerva desnuda, según dice Calímaco, y según Luciano, por haber dicho que los planetas eran de ambos sexos.